lunes, 21 de marzo de 2011
Ana Salazar
Ana Salazar, nació en Bolivia, tiene 36 años y desde los 6 años que tiene poliomielitis.
A pesar de sus dificultades para llevar adelante su discapacidad, nunca bajó los brazos ni se dio por vencida a pesar de que tuvo una vida donde las puertas no se le abrían fácilmente.
Desde chiquita su pasión, diversión y entretenimiento era el básquet. Durante el colegio primario pudo sobrellevar su discapacidad gracias a la inclusión de sus compañeros que la hacían participe de todas la actividades que se desarrollaran. Temerosa a la hora de ir a educación física, siempre buscaba la forma de evadir las clases ya que no le gustaba y se sentía incomoda.
En la etapa de la secundaria, su situación ya era un poco diferente. Las cargadas y los chistes ya eran más frecuentes, la angustia era incontrolable, pero Ana buscaba la forma de seguir adelante a pesar de dichos disgustos. Era una excelente alumna donde resaltaba por sus notas y sus ganas de aprender.
En Bolivia conoció la disciplina del básquet sobre sillas de ruedas, disciplina que le encantó desde un primer momento. Pero no pudo seguir debido a problemas familiares, ella quedó sola con sus hermanos y luego viajó para vivir en Argentina.
Su discapacidad le impedía conseguir trabajo fácilmente, fue ahí cuando creyó que todo se le venía abajo, que no podía encontrar un rumbo. La impotencia de no poder alcanzar sus sueños, que básicamente eran tener trabajo, una familia y practicar deportes, la llenaban de tristeza y la dejaba desorientada sin saber qué hacer.
Fue así que Ana decidió buscarle la vuelta a la situación a pura voluntad y esfuerzo. Inicio los estudios universitarios creyendo que eso le facilitaría conseguir trabajo, fue así que se impulsó por la carrera de Acción Social.
Luego conoció a CILSA, donde un día se acercó para averiguar cómo podía hacer para jugar al básquet. Inmediatamente la ONG asesoró a Ana en todo para que pueda participar de las actividades y rápidamente se convirtió en una de las jugadoras del plantel femenino de CILSA Buenos Aires.
Actualmente Ana trabaja para CILSA en el área del Programa Nacional de Entrega de Elementos Ortopédicos y, aparte de ser jugadora de CILSA, es participe de la pre-Selección Nacional que viajará el 21 de marzo a México para disputar un torneo amistoso preparatorio para los juegos Parapanamericano de Guadalajara 2011
Eternamente agradecida con dicha institución que le abrió un montón de puertas y lo más importante, la hizo sentir bien y feliz consigo misma.
Sus sueños se cumplieron, hoy comparte junto a su pareja y sus dos hijos la alegría de tener un trabajo, un estudio y su pasión deportiva que es básquet.
Todo esto lo logró tan solo con no bajar los brazos, a pesar de todos los obstáculos que la vida le impuso, ella no se dio por vencida y luchó por alcanzar sus metas.
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